Jesús vuelve a darle un duro golpe a Begoña y se gasta todo el dinero de la herencia de su padre
La peor pesadilla de Montes se ha hecho realidad: su marido se ha gastado toda la herencia que le dejó su padre. ¡No tiene ningún tipo de dinero!
Jesús vuelve a darle un duro golpe a Begoña y se gasta todo el dinero de la herencia de su padre
Jesús cruza el límite: Begoña pierde toda su herencia y queda atrapada
Jesús ha dado un paso más en la serie de abusos y manipulación que ha ejercido sobre Begoña desde que están juntos. Esta vez, su traición ha sido devastadora: se ha gastado todo el dinero que la joven recibió como herencia de su padre sin siquiera consultarla. La suma, destinada originalmente para asegurar el futuro de Begoña, ha sido invertida por Jesús en el ambicioso proyecto del balneario junto a Don Pedro.
Cuando Begoña se enteró y lo confrontó, esperaba al menos una explicación razonable o un signo de remordimiento. Sin embargo, la respuesta de Jesús fue una fría sonrisa. “Me lo he gastado todo”, le confesó con arrogancia, como si no hubiera hecho nada malo. Para Begoña, ese momento fue como un golpe seco en el pecho. No podía creer lo que acababa de escuchar. ¿Cómo había sido capaz de utilizar su dinero sin permiso?
Furiosa y al borde del colapso, Begoña le advirtió que lo denunciaría, pero Jesús, con su habitual superioridad, solo se burló de la amenaza. “Adelante, denuncia si quieres. Nadie te dará la razón”, replicó, consciente de que, como marido, podía justificar la decisión alegando que actuaba “en beneficio del matrimonio”. “Estoy mirando por los intereses de los dos, cariño”, añadió, como si aquello fuera una excusa válida para arruinar los sueños de su esposa.
Begoña se sintió más sola y atrapada que nunca. Las promesas de amor que un día creyó verdaderas se habían convertido en cadenas invisibles que la asfixiaban. Sin dinero ni opciones, su margen de libertad se reducía drásticamente. Alejarse de Jesús era lo único que deseaba, pero ¿cómo lograrlo sin recursos? Cada día junto a él se volvía una lucha para mantener la cordura frente a los desprecios y maltratos que sufría constantemente.
En su mente, Begoña daba vueltas a las pocas alternativas que le quedaban. ¿Buscar ayuda externa? ¿Confesar la situación a alguien de confianza? ¿O simplemente huir sin mirar atrás? La desesperación comenzaba a consumirla, pero sabía que no podía rendirse. Encontrar una salida era su única esperanza para escapar de aquel infierno que Jesús había construido a su alrededor.