En un emotivo giro de la trama de Sueños de Libertad, Mateo finalmente decide dar el paso hacia la reconciliación con don Pedro, quien ha sido una figura clave en su vida. Después de una serie de tensiones y malentendidos, Mateo se presenta con la intención de hacer las paces, buscando una solución a sus diferencias. En una conversación cargada de emoción, Mateo expresa lo que ha estado sintiendo, pidiendo disculpas por no haber reaccionado de la manera correcta en el pasado. Reconoce que, aunque siempre lo vio de una manera, debe aceptar que don Pedro tiene derecho a ser quien es, más allá de ser el padre de su madre.
Las palabras de Mateo son sinceras, y le asegura a don Pedro que no lo juzgará por haberse enamorado por primera vez en su vida, pero le pide que respete a su madre sobre todo. Esta sinceridad marca un punto de inflexión en su relación, dejando atrás las viejas tensiones. Don Pedro, con la sabiduría que le otorgan los años, responde que los más viejos aún pueden aprender de los jóvenes, y revela que Claudia también le ha enseñado muchas lecciones valiosas.
La conversación culmina en un abrazo conmovedor, un símbolo de perdón y de nuevos comienzos. Don Pedro le pide a Mateo que le dé muchos besos a su madre y le avisa que pronto irá a verla, cerrando así un capítulo de distancia entre ellos y abriendo la puerta a una relación más cercana y comprensiva. La reconciliación de ambos personajes es un momento de gran carga emocional, marcando un antes y un después en su relación y en la historia de la serie.