En un giro inesperado y lleno de intriga, Candela, la criada más discreta de la mansión, revela su verdadera identidad como una policía retirada con una misión secreta. Después de presenciar el cruel sabotaje de Cruz y Lorenzo, que resultó en la pérdida del bebé de Catalina, Candela decide actuar con firmeza y justicia.
Tras el accidente, la tensión en la casa alcanza un punto crítico. Mientras Alonso, devastado por el daño a su hija y nieto, intenta comprender lo ocurrido, Candela se arma de valor para desenmascarar a los responsables. Frente a todos los presentes, y sin titubear, acusa a Cruz y Lorenzo de conspirar para eliminar a Catalina, describiendo con precisión cómo manipularon la escalera para que pareciera un accidente.
La revelación deja a Cruz acorralada, pero en un intento desesperado de defenderse, acusa a Candela de mentir. Es entonces cuando Candela, en un momento épico, demuestra que su aparente fragilidad no es más que una fachada: revela que durante años ha trabajado encubierta, reuniendo pruebas de las fechorías de Cruz y Lorenzo, y que este era el momento perfecto para llevarlos ante la justicia.
La marquesa, desesperada al verse traicionada incluso por Lorenzo, enfrenta las consecuencias de sus actos cuando Alonso la expulsa de la casa junto a su cómplice. Aunque humillada, Cruz promete volver más fuerte y tomar venganza. Mientras tanto, Candela se compromete a proteger a Catalina y a restaurar la paz en la mansión, asegurándose de que los villanos enfrenten todo el peso de la ley.
Con esta impactante revelación, “La Promesa” sube la apuesta, dejando a los espectadores al borde de sus asientos, ansiosos por ver cómo Candela completará su misión y enfrentará los retos que quedan por delante.
