La tensión en el palacio alcanza su punto álgido tras el abandono de Pelayo en la boda, pero todo se complica aún más para Jana. Cruz, implacable, urde un plan humillante: inventarle un pasado noble para que encaje en la alta sociedad, aprovechándose de Manuel para ejecutar su estrategia. Manuel, atrapado entre el amor que siente por Jana y las presiones de su madre, presenta la idea como una “mentira piadosa”. Pero para Jana, esta traición es el golpe más duro. Sentirse despojada de su identidad y la complicidad de Manuel la destrozan.
Mientras tanto, Catalina prohíbe que su padre y Manuel busquen a Pelayo, protegiendo así el secreto que esconde sobre el verdadero padre de su hijo. Por otro lado, la llegada inesperada de Arturo, un viejo conocido, desata una tormenta de emociones y obliga a Catalina a enfrentar su pasado y los fantasmas que amenazan con salir a la luz.
Por si fuera poco, Julia, oculta tras las columnas, presencia una conversación sospechosa entre Curro y Martina que la hace cuestionar sus intenciones, mientras Vera finge una lesión para evitar un cara a cara con su padre, el temido duque de Carril. Santos, por su parte, se revuelve con amargura al ver cómo su padre se reconcilia con Pía, sintiéndose relegado.
Con una fiesta de compromiso como telón de fondo, cada personaje enfrenta secretos y dilemas que amenazan con explotar. Jana, más aislada que nunca, deberá decidir si ceder a las mentiras impuestas o mantenerse fiel a sí misma, arriesgándolo todo en el proceso. La sombra de Cruz se cierne sobre ella, mientras en las sombras otros complots se preparan para cambiar el destino de La Promesa para siempre.