Damián confronta a Tasio en una intensa discusión tras descubrir que Marta había contratado a un matón para un plan de venganza. La situación surge después del entierro de Mateo, donde Damián recuerda que Tasio intentó advertirle sobre sus hijos, pero nunca aclaró qué quiso decir. Ahora, las piezas encajan, y Damián exige explicaciones sobre su rol en los oscuros planes de Marta.
Tasio intenta justificar sus acciones, explicando que Marta acudió a él en busca de ayuda, desesperada y llena de ira. Asegura haber intentado disuadirla de su idea, alertándola de los riesgos y las consecuencias, pero ella no lo escuchó. Según Tasio, Marta estaba decidida a vengarse de alguien que le había causado mucho daño, y, aunque se negó inicialmente, terminó cediendo ante su insistencia, proporcionándole un contacto.
Furioso, Damián lo acusa de irresponsabilidad y de cruzar límites que no se pueden deshacer. Para él, la excusa de que Marta lo hubiera hecho con o sin su ayuda no justifica en absoluto su implicación. Damián ve la acción de Tasio como una traición a la familia y una forma de poner en peligro a todos.
La conversación termina con una dura advertencia. Damián le ordena a Tasio que se aleje de sus hijos, limitando cualquier interacción con ellos a asuntos estrictamente profesionales. Con una actitud implacable, deja claro que no tolerará más errores de su parte, cerrando la puerta a cualquier intento de reconciliación en el futuro inmediato.
Un giro lleno de tensiones familiares y decisiones impulsivas que complica aún más las relaciones en Sueños de Libertad.