En un giro inesperado, Marta se enfrenta a las consecuencias de sus propias decisiones cuando el matón que contrató para llevar a cabo una venganza la amenaza con exponerla. La tensión crece en esta escena cargada de emociones, donde Marta intenta mantener el control, pero su adversario demuestra que tiene todas las cartas a su favor.
El matón, seguro de su posición, lanza un ultimátum: “Si no me pagas 3000 pesetas, contaré todo lo que sé. Y créeme, será peor para ti”. Marta intenta intimidarlo, recordándole que su posición y poder la protegerían frente a cualquier acusación. Sin embargo, su oponente no se deja amedrentar. “Nadie creería a un pobre como yo”, replica Marta, pero el hombre la interrumpe con frialdad: “Eso crees, pero tengo formas de hacerme escuchar, y tú sabes lo que pasa con gente como tú en la cárcel”.
Atrapada entre el miedo y la frustración, Marta no tiene más opción que aceptar las condiciones del chantaje. Le promete al matón que le entregará el dinero al día siguiente, pero no sin antes advertirle que no intente traicionarla. Sin embargo, la mirada del hombre deja claro que tiene el control.
Esta escena añade una nueva capa de intriga a Sueños de Libertad, mostrando cómo las acciones desesperadas de los personajes pueden llevarlos a situaciones límite. ¿Encontrará Marta una forma de liberarse de esta amenaza? ¿O terminará cayendo víctima de sus propios errores? Las respuestas prometen sorprendernos en los próximos capítulos.