En ‘La Promesa’, el caos desatado tras la huida de Pelayo marca el inicio de una historia de amor tan inesperada como cautivadora. Mientras la familia Luján lidia con el escándalo y los criados desmontan los restos de una boda fallida, María Fernández y el padre Samuel se unen en un acto de solidaridad: donar el banquete sobrante a los más necesitados. Este gesto de generosidad da paso a una conexión inesperada entre dos almas opuestas.
María, alegre y llena de vida, comienza a ver al devoto sacerdote como algo más que un hombre austero. Por su parte, Samuel, conmovido por la empatía de María, encuentra en ella una chispa que desafía su vida de devoción. Las conversaciones casuales entre ellos revelan deseos y soledades ocultas, empujándolos hacia una relación prohibida que pone a prueba sus principios y el peso de las expectativas sociales.
Sin embargo, el vínculo enfrenta grandes desafíos. Cruz, siempre atenta a sembrar discordia, cuestiona la moralidad de su relación. Mientras tanto, Samuel lidia con una batalla interna: su atracción hacia María lo lleva a reflexionar sobre su fe, sus votos y el verdadero significado del amor. Tras un ataque de bandidos, donde María arriesga su vida por protegerlo, Samuel comprende que no puede ignorar lo que siente por ella.
Finalmente, Samuel toma una decisión valiente: dejar el sacerdocio para explorar una nueva vida al lado de María, sin renunciar a su fe, pero abrazando una forma de servir diferente. Juntos, comienzan una misión para ayudar a los más vulnerables, demostrando que el amor puede ser un regalo divino. En medio de las intrigas de La Promesa, su relación se convierte en un símbolo de esperanza y valentía, recordándonos que el amor verdadero trasciende cualquier barrera.