En La Promesa, entre las tramas de poder de Cruz y los conflictos familiares que asolan el palacio, surge una historia de amor que desafía la oscuridad que lo rodea. Pía, enfrentada al rechazo de Ricardo, lucha por recuperar una amistad perdida con el hombre que alguna vez fue su todo. A pesar de su dolor y orgullo, Ricardo se muestra inflexible, hasta que una misión inesperada los obliga a colaborar. Los sentimientos reprimidos resucitan y, en medio de secretos, traiciones y revelaciones, su relación se convierte en una esperanza que demuestra que el amor verdadero puede superar cualquier obstáculo.
Pía, ahora al servicio de la Marquesa Cruz, lucha con el peso de la traición hacia sus antiguos compañeros y la fría indiferencia de Ricardo. Mientras tanto, él, herido y orgulloso, se rehúsa a ceder. La tensión entre ellos es palpable, hasta que la boda de Catalina y Pelayo desencadena una serie de eventos que les obliga a trabajar juntos. Durante la preparación de la recepción, un malentendido acerca de un documento importante los pone en una frenética búsqueda, donde redescubren la camaradería que una vez compartieron. Juntos, descubren que el contrato de matrimonio había sido escondido por Petra, bajo las órdenes de Cruz, lo que permite exponer la verdad.
La confrontación final entre Pía, Ricardo y Cruz revela las manipulaciones de la Marquesa, debilitando su poder. Con la verdad al descubierto, Pía y Ricardo se reconcilian, dejando atrás el dolor y abrazándose bajo la luz de una nueva oportunidad. En la boda, su amor se convierte en un símbolo de esperanza, mientras que las intrigas de Cruz se desmoronan. Finalmente, Pía y Ricardo, decididos a comenzar una nueva vida juntos, renuevan su amor, enfrentando con valentía las sombras que una vez los separaron.
